Press Release Summary = La reserva natural de Paracas destaca por su belleza cautivante y la variada flora y fauna marítima que alberga en su interior, la más impresionante del litoral peruano con mamíferos y aves de belleza insólita.
Press Release Body = A 260 kilómetros al sur de Lima, frente al mar y en mitad del desierto, se encuentra uno de los escenarios naturales más fascinantes de toda Sudamérica. Paracas, la única reserva marina del Perú. El viajero no podrá dejar de apreciar tales maravillas a cada paso de su recorrido.
El sol brilla todo el año con temperaturas cercanas a los 30º Celsius. El viajero puede recorrer las incesantes dunas de arena a bordo de unos autos especialmente acondicionados, los "tubulares", llamados así por su peculiar diseño que prescinde de las puertas y el techo del vehículo dejando al descubierto solo el armatoste exterior. Dentro de un tubular los pasajeros pueden sentir el célebre e imponente viento marino, conocido por los pobladores como "paracas".
Conforme se aproxima a la orilla del mar, el horizonte se cubre de una fauna marina de gran esplendor. Surcan el cielo añil y despejado de Paracas el pelícano (Pelecanus thagus) y la parihuana o flamenco (Phoenicopterus chilensis), pájaro de singular plumaje (pecho blanco y alas rojas) que inspiró al libertador San Martín para componer la bandera del Perú. También se atribuye al Libertador la confección de El Candelabro, figura de gran tamaño labrada en la arena que puede ser vista por los viajeros desde el mar a bordo de una lancha. La misma embarcación que más tarde los llevará a conocer otras magníficas construcciones, ya no obras del hombre sino de una naturaleza milenaria.
Los primeros lobos marinos (Arctocephalus australis) descubren tímidamente sus cabezas por sobre el lecho marino. Luego empiezan a nadar en gran número junto a la lancha a medida que el viajero ingresa al santuario de La Catedral, imponente promontorio de roca que ha cobrado su característica forma debido a la erosión constante de las olas y la brisa marina. Una colosal pared de piedra se levanta en mitad de la orilla, con una forma cóncava en los extremos y un pequeño pasaje de agua en la parte inferior que recuerdan las cúpulas y el atrio de las catedrales. A sus inmediaciones acuden como feligreses todos los lobos de mar de la reserva junto con el resto de especies marinas, peces, aves e incluso los curiosos pingüinos de Humbolt.
En estos parajes el atardecer ofrece une espectáculo irrepetible de gran colorido y sublime tranquilidad. El viajero puede planificar su recorrido por cuenta propia o contratando los servicios de alguno de los muchos hoteles y agencias de turismo de la zona (entre ellos, El Hotel El Libertador) Tanto en tierra como en el mar, apreciando un paraje de gran belleza natural y con un peso importante en la historia del Perú, el viajero se entregará a una aventura de grandes proporciones y, en suma, irrepetible.